SISTEMAS DE INFORMACION

Modelo de la teoría general de sistemas

Esta teoría está basada en tres premisas básicas y en dos tipos de aportes.

Las tres premisas básicas son las siguientes: los sistemas existen dentro de sistemas, los sistemas son abiertos y las funciones de un sistema dependen de su estructura.

En la primera premisa cada sistema realiza  tareas con la finalidad de cumplir con los objetivos planteados en representación de una dependencia superior, a la cual pertenece.

La segunda premisa es importante porque presenta un margen amplio acerca de los beneficiados por las funciones de un determinado sistema, en ella se manifiesta que todas las organizaciones, grupos y personas físicas tengan acceso a los beneficios que ofrece el sistema.

Y por último la tercer premisa, la cual hace referencia a la influencia que ejerce la estructura sobre las funciones que lleva a cabo un sistema, definiendo a la estructura como la relación entre las partes que conforman las organizaciones, partes como idea de sectores o áreas (gerencias, departamentos, áreas, divisiones) que están interrelacionadas y que obedecen a ciertas normas que las ordena y las nutre.

 

-       Aportaciones del modelo

                               

Aportes semánticos

Dentro de los aportes semánticos encontramos todos aquellos términos técnicos que en muchas ocasiones solo pueden ser entendidas por personas especializadas en este campo, por lo que representa un serio problema al momento de interactuar con las distintas disciplinas que intervienen en un proyecto.

Las entradas son los ingresos del sistema que pueden ser recursos materiales, recursos humanos o información, además constituyen la fuerza de arranque que suministra al sistema sus necesidades operativas.

Existen tres tipos de entradas, las entradas en serie, las aleatorias y las de retroacción.

Las entradas en serie: son el resultado o la salida de un sistema anterior con el cual el sistema en estudio está relacionado en forma directa.

La entrada aleatoria: representan entradas potenciales para un sistema y en ellas se usa el término “azar” desde un sentido estadístico. 

Por último la entrada de retroacción que se refiere a la reintroducción de una parte de las salidas del sistema en sí mismo. 

Las relaciones también juegan un gran papel en los sistemas, debido a que representan los enlaces que vinculan entre sí a los objetos o subsistemas que componen a un sistema complejo.

Y pueden clasificarse en tres tipos: las simbióticas, sinérgicas y superflua.

Simbióticas: son aquellas en que los sistemas conectados no pueden seguir funcionando solos. A su vez puede subdividirse en unipolar o parasitaria, que es cuando un sistema (parásito) no puede vivir sin el otro sistema (planta); y bipolar o mutual, que es cuando ambos sistemas dependen entre sí.

Sinérgica: es una relación que no es necesaria para el funcionamiento pero que resulta útil, ya que su desempeño mejora sustancialmente al desempeño del sistema. Sinergia significa "acción combinada". Pero, para la teoría de los sistemas el término va más allá del esfuerzo cooperativo.

En este tipo de relaciones la acción cooperativa de subsistemas semi-independientes, tomados en forma conjunta, origina un producto total mayor que la suma de sus productos tomados de una manera independiente.

Superflua: que son las que repiten otras relaciones. La razón de las relaciones superfluas es la confiabilidad. Estas relaciones aumentan la probabilidad de que un sistema funcione todo el tiempo y no una parte del mismo. Tiene un problema que es su costo, que se suma al costo del sistema que sin ellas no puede funcionar. 

El siguiente concepto es el de atributo del sistema, el cual define al sistema tal como lo observamos. Los atributos pueden ser definidores o concomitantes: los atributos definidores son aquellos sin los cuales una entidad no sería designada o definida tal como se lo hace por lo que forman parte fundamental de la estructura de un sistema.

Los atributos concomitantes en cambio son aquellos que cuya presencia o ausencia no establece ninguna diferencia con respecto al uso del término que describe la unidad, es decir; si existe la ausencia de este tipo de atributos no causa ningún cambio en las funciones determinadas de un sistema.

El contexto siempre tiene una gran relación con el sistema debido a que ejerce sobre él una gran influencia y de manera simultánea también el sistema influye sobre el contexto pero en menor proporción, por lo que un sistema siempre estará relacionado con el contexto que lo rodea, o sea, el conjunto de objetos exteriores al sistema. 

El contexto a analizar depende fundamentalmente del foco de atención que se fije. Ese foco de atención, en términos de sistemas, se llama límite de interés, para determinar este límite se considerarían dos etapas por separado: 

a) La determinación del contexto de interés, que se suele representar como un círculo que encierra al sistema, y que deja afuera del límite de interés a la parte del contexto que no interesa al analista. 

b) La determinación del alcance del límite de interés entre el contexto y el sistema, es lo que hace las relaciones entre el contexto y los sistemas y viceversa. Es posible que sólo interesen algunas de estas relaciones, con lo que habrá un límite de interés relacional. 

La determinación del límite de interés es primordial para marcar el foco de análisis, debido a que solo será considerado lo que quede dentro de ese límite. 

Se conoce por rango a la jerarquización de las distintas estructuras en función de su grado de complejidad, cada rango o jerarquía da a conocer los diferentes niveles que existen entre los subsistemas respectivos, actuando así como un claro indicador de las diferencias en las funciones de un sistemas, determinados por el nivel de dificultad, es por ello que no se pueden aplicar los mismos modelos, ni métodos análogos en los distintos niveles.

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